Ciberseguridad: uno de los grandes desafíos del 2021
El incremento de los delitos cibernéticos, obliga a las empresas a incorporar especialistas en seguridad informática a sus equipos de trabajo.
Con la llegada del COVID-19 se restringió la circulación y, como consecuencia, la vida pasó a ser, casi en su totalidad, virtual. A través de la incorporación de desarrolladores a sus equipos de trabajo, muchas organizaciones lograron mudar sus negocios a diversas plataformas digitales, evitando así la interrupción del servicio. Pero, ante la gran cantidad de información que empezó a circular en Internet, las posibilidades de ser víctimas de actos delictivos incrementó.
De acuerdo con la última medición realizada por la Asociación Argentina de Lucha Contra el Cibercrimen (AALCC), durante la cuarentena, los delitos a través de internet crecieron entre un 80% y un 110%. En lo que respecta a la región latinoamericana, se reportaron más de 20,5 millones de ataques cibernéticos, siendo Brasil (56%) y México (27,8%) los países que encabezan la lista, seguidos por Colombia (7,33%), Perú (5,36%), Argentina (1,87%) y Chile (1,62%).
Pero, si se tiene en cuenta el coeficiente de peligro, que compara el número de ataques por la cantidad de usuarios, Argentina es el país más afectado, siguiéndole en el ranking Colombia y Brasil. Si bien está comprobado que no es posible evitar la totalidad de los casos, es importante que las organizaciones, a la hora de invertir, no se enfoquen solamente en la prevención, sino que también hagan foco en lo que refiere a la detección y respuesta.
Uno de los principales objetivos de los delincuentes informáticos son los servidores de las empresas. Debido al teletrabajo, donde los colaboradores acceden a sus equipos mediante el protocolo de escritorio remoto (RDP), los activos de las organizaciones quedaron más expuestos a ataques, ya que es más fácil infiltrarse. Por ello, contar con especialistas en ciberseguridad será vital para enfrentar y prevenir actos delictivos, que afecten tanto a las compañías como a los usuarios.
Actualmente, las organizaciones buscan sumar colaboradores de infraestructura que posean conocimientos en protocolos de red y en estándares OWASP de código seguro, como también perfiles de CSO (Chief Security Officer), quien se encarga de la seguridad de la organización, física y tecnológica y CISO (Chief Information Security Officer), que a diferencia del anterior, es el responsable de Seguridad de la Información y quien tiene a su cargo la creación de estrategias de defensa. Pero esto no es suficiente, también será indispensable la presencia de Analistas de Ataques, Ethical Hacking y Pentesters, expertos que ayudan a entender cómo atacan los ciberdelincuentes.
El teletrabajo ya es un hecho y uno de los principales desafíos de las empresas, durante el 2021, será invertir en infraestructura para evitar que los números de delitos cibernéticos sigan incrementando. Así como la tecnología avanza, es necesario mantenerse a la vanguardia para aprovechar lo bueno de la virtualidad, pero siempre velando por la seguridad de las partes. Por su parte, las habilidades blandas también son de gran importancia, dado que poder trabajar en equipo y proponer soluciones, además de nuevas medidas de prevención, son requisitos fundamentales.